Leer Documento Final del Seminario Internacional

En el marco de la misión continental que vive la Iglesia que peregrina en América Latina y El Caribe, el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano ha celebrado en la ciudad de Guayaquil – Ecuador, el Seminario Internacional sobre Corrupción, los día 7 al 11 de junio de 2010 con el objetivos de actualizar la información sobre la corrupción en las Américas y sus conexiones internacionales y nacionales, para establecer conclusiones, desafíos y líneas de acción pastoral y de colaboración de la Iglesia con la sociedad civil en vistas a dar pautas para unir esfuerzos en la lucha contra la corrupción en el Continente.

Han participado en este encuentro Obispos, agentes pastorales, representantes de la sociedad civil y servidores públicos de 16 países de América Latina y El Caribe. Se trabajó en un ambiente de fraternidad, sencillez y ánimos de brindar un eficiente servicio para buscar caminos comunes que nos permitan luchar contra este flagelo que azota a nuestros países y frena el desarrollo de nuestros pueblos, siendo los pobres los más perjudicados con este mal.

La agenda del encuentro estuvo marcada por la metodología del ver, juzgar y actuar. Las primeras jornadas estuvieron marcadas para ver la situación, causas y consecuencias de la corrupción en la Américas. Las jornadas siguientes se orientaron en hacer una iluminación desde la Doctrina Social de la Iglesia y buscar caminos de trabajo pastoral de la Iglesia en su servicio al mundo desde la Buena Noticia de Jesucristo, como es característica de su misión.

Se enfatizó que la corrupción entendida como uso y abuso del poder público y privado para uso y beneficio personal o privado, está ahí, aunque es difícil de definirla, medirla o describirla de modo unívoco por la multiformidad de sus manifestaciones, podemos medir la percepción que de ella se tiene en la sociedad. El entorno que se vive es caldo de cultivo para que la corrupción vaya creciendo desmedidamente. Muchas son las causas que la generan, entre las que se mencionó al efecto imitación, a la crisis de valores que viven nuestros pueblos, la falta de voluntad política para castigar este mal, los bajos salarios, anacronismos administrativos, entre muchas otras que se mencionaron.

Urge establecer mecanismo de control para la superación de este mal implementando planes de formación ética y de valores en los ciudadanos. Necesitamos trabajar en equipos y de modo coordinado con las iniciativas de la sociedad. La Iglesia Católica debe establecer alianzas con otras organizaciones para hacer presencia internacional en la lucha contra la corrupción. Debemos recuperar el valor de la palabra que se ha perdido en nuestras culturas, erradicar los mitos que se han creado y han debilitado los valores de los ciudadanos.

Se valoró el trabajo de la Iglesia que ha dado muestras de apoyo efectivo en la lucha contra la corrupción formando en valores, estableciendo alianzas, posibilitando el acceso a la información. Es posible hacer el esfuerzo de trabajo conjunto para erradicar este mal que está minando seriamente las estructuras de la sociedad. No hemos perdido la esperanza en la búsqueda de soluciones a los problemas que existen en la sociedad, por lo tanto no podemos quedarnos inactivos en la contemplación de aquellas cosas que podemos cambiar desde un serio compromiso que surge desde la fe.